La Iglesia Católica celebra este miércoles la memoria de San Josafat Kuncewicz, un obispo ucraniano que
entregó su vida por la unidad de los cristianos. Nacido en Volinia alrededor de
1580, Josafat ingresó a la vida religiosa uniata y fue elegido obispo de
Polotsk, donde promovió la comunión entre la Iglesia oriental y la occidental
en tiempos de fuertes divisiones.
Su
labor pastoral estuvo marcada por el espíritu de
reconciliación y la defensa de la fe, lo que despertó
resistencias y persecuciones. El 12 de noviembre de 1623, fue asesinado por una
turba en Vitébsk (Bielorrusia), convirtiéndose en mártir de la unidad eclesial.
Canonizado
en 1867 por el papa Pío IX, San Josafat es reconocido como patrono de la unidad de la Iglesia. Su vida invita
a mantener el diálogo, la paciencia y la fidelidad a la verdad cristiana en
tiempos de conflicto.
En las celebraciones litúrgicas de hoy, se reza especialmente por
la unidad de los pueblos y de las Iglesias,
recordando que el ejemplo de Josafat sigue vivo como faro de fe y servicio.








