La agencia de
noticias iraní Tasnim reportó este lunes que Irán ha atacado con misiles un
presunto edificio del Mossad, el servicio de inteligencia de Israel, en la
ciudad de Herzliya, ubicada a pocos kilómetros de Tel Aviv. Según el medio
Fars, la estructura alcanzada podría tratarse de un centro logístico de
operaciones del aparato de inteligencia israelí.
El impacto del
misil provocó un incendio y un cráter de aproximadamente cuatro metros de
profundidad. De acuerdo al portal Ynet, el bombardeo también alcanzó un
estacionamiento de autobuses en la zona, donde un vehículo se incendió
completamente y al menos otros catorce resultaron dañados.
Este nuevo ataque
se enmarca en una serie de bombardeos cruzados entre Irán e Israel que
comenzaron en la madrugada del 13 de junio, luego de que el Estado hebreo
realizara un ataque no provocado contra instalaciones iraníes. Desde entonces,
la tensión entre ambas naciones ha ido en aumento, generando creciente alarma a
nivel internacional.
Rusia y China han
condenado duramente la ofensiva israelí, calificándola como una grave violación
del derecho internacional. El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó en una
conversación con su par estadounidense, Donald Trump, su preocupación por una
eventual escalada del conflicto que “tendría consecuencias imprevisibles para
toda la región de Oriente Medio”.
Por su parte, el
embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, advirtió que las acciones de
Israel podrían empujar a la región hacia una “catástrofe nuclear a gran
escala”.
En América Latina,
países como Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua también rechazaron los ataques
israelíes, mientras que Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Pakistán se sumaron
desde el mundo islámico al llamado global por el cese de la violencia.
La situación en
Medio Oriente sigue siendo volátil y el reciente ataque a Herzliya marca un
nuevo punto crítico en un conflicto que amenaza con extenderse más allá de las
fronteras de Israel e Irán.