En una escalada de alta tensión
entre dos potencias nucleares del sur de Asia, las Fuerzas Armadas de la India
lanzaron este lunes una ofensiva de precisión contra nueve objetivos en
territorio pakistaní y en la parte de Cachemira bajo control de Islamabad. La
acción, enmarcada en la denominada Operación Sindoor, se llevó a cabo con 24
misiles disparados en apenas 25 minutos, según informaron medios nacionales
indios.
El gobierno de Nueva Delhi aseguró
que el objetivo de la operación fue “infraestructura terrorista” y que las
acciones fueron “centradas, mesuradas y no escalatorias”. De acuerdo con un
comunicado oficial, no se atacaron instalaciones militares paquistaníes, y se
estima que al menos 70 presuntos terroristas murieron en la ofensiva.
La respuesta pakistaní no tardó en
llegar. El primer ministro Shehbaz Sharif denunció el ataque como un “acto de
guerra impuesto por la India” y reafirmó el derecho de su país a defenderse. En
declaraciones oficiales, Pakistán confirmó que derribó cinco aviones indios y
que destruyó un puesto militar en la Línea de Control, la frontera de facto
entre ambas naciones en la región de Cachemira. Islamabad también denunció que
los ataques afectaron zonas civiles, dejando al menos ocho muertos, 35 heridos
y dos desaparecidos.
La escalada se produce tras un
atentado ocurrido el 22 de abril en la ciudad india de Pahalgam, donde murieron
26 personas —25 indios y un ciudadano nepalí— en un ataque que Nueva Delhi
atribuyó a grupos armados con base en Pakistán. En consecuencia, el primer
ministro indio Narendra Modi autorizó una respuesta militar libre en cuanto a
“modo, momento y objetivo”.
La crisis diplomática se ha
agravado con medidas unilaterales de ambos gobiernos. India expulsó a
diplomáticos pakistaníes, cerró su frontera terrestre y suspendió el Tratado de
Aguas del Indo, un acuerdo clave desde 1960. Pakistán, por su parte, replicó con
la expulsión de asesores militares indios y la suspensión de acuerdos
bilaterales clave.
El conflicto por Cachemira, una
región en disputa desde 1947, vuelve a colocar a India y Pakistán en el umbral
de una posible confrontación abierta. Ambas naciones poseen armamento nuclear,
y el Ministerio de Exteriores de Pakistán advirtió que las acciones de la India
podrían derivar en “un conflicto mayor” con consecuencias impredecibles para la
estabilidad regional.