San Alonso Rodríguez nació en Segovia, España, en 1533. Hijo de un
comerciante de lanas, llevó una vida común hasta que la muerte de su esposa e
hijos lo dejó solo y sin rumbo. A los 40 años decidió ingresar a la Compañía de
Jesús, donde fue rechazado varias veces por su edad y salud, pero finalmente
aceptado como hermano portero del colegio de Monte Sión, en Mallorca.
Allí
pasó más de cuarenta años cumpliendo tareas humildes: abrir puertas, atender a
visitantes y aconsejar a estudiantes. Entre ellos se destacó San Pedro Claver,
quien lo consideraba su guía espiritual. La serenidad, obediencia y fe profunda
de Alonso lo convirtieron en un referente de vida silenciosa pero fecunda.
Canonizado
por el papa León XIII en 1888, es patrono de los porteros y del servicio
discreto. Su ejemplo recuerda que la grandeza no siempre se mide por el
reconocimiento, sino por la fidelidad diaria a lo pequeño.





