La jornada del 28
de octubre tiene un significado especial para la Iglesia Católica: se celebra
la fiesta de San Simón y San Judas Tadeo, dos de los doce
apóstoles de Jesús, recordados por su firmeza en la fe y su labor
evangelizadora en los primeros tiempos del cristianismo.
San Simón, llamado
el Cananita o el Zelote, es símbolo de la convicción y la pasión por la verdad
evangélica. Su nombre refleja su pertenencia al grupo de los celotes, hombres
decididos a defender su fe incluso en los momentos más difíciles.
San Judas Tadeo, en
tanto, es uno de los santos más queridos por los fieles. Considerado patrono
de las causas imposibles, es invocado en situaciones de desesperanza,
enfermedad o necesidad. Su imagen, sosteniendo el rostro de Cristo, representa
la cercanía del amor divino en medio de las pruebas humanas.
Las celebraciones
litúrgicas en todo el país reúnen hoy a miles de devotos que expresan gratitud
y piden fortaleza espiritual. En muchas parroquias, especialmente en
Corrientes, se realizaron misas y procesiones en su honor.
La Iglesia recuerda
su legado como ejemplo de fe inquebrantable y compromiso con el mensaje de
Cristo, valores que siguen siendo faro para la comunidad cristiana de hoy.
Fuente: Yapeyú
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