La excanciller Diana Mondino, que renunció
al gabinete de Javier Milei en octubre de 2024 tras un escándalo
diplomático en la ONU, volvió a los primeros planos esta semana con una desafortunada
y polémica entrevista en la cadena internacional Al Jazeera, donde
no solo dejó frases que generaron estupor, sino que puso en duda la integridad
o la capacidad intelectual del actual presidente de la Nación.
Durante el reportaje con el periodista Mehdi
Hasan, Mondino fue consultada sobre algunas de las frases más
controversiales de Milei, entre ellas la que compara al Estado con un “pedófilo
en un jardín de infantes con niños encadenados y bañados en vaselina”. Ante
la pregunta irónica del periodista —“¿Cómo hizo para trabajar con este tipo?”—,
Mondino, lejos de incomodarse, minimizó la gravedad de esa afirmación
con una respuesta tan desatinada como alarmante: “Bueno, pero no me voy a casar
con él. No tiene que gustarme”.
Pero el momento más revelador llegó cuando Hasan
abordó el escándalo de la criptomoneda $LIBRA, promovida indirectamente
por el propio Milei en redes sociales y que generó pérdidas millonarias. Al
preguntarle si creía correcto que el presidente tuiteara el enlace a esa
moneda, Mondino respondió con total liviandad: “Alguien le contó sobre eso y
pensó que era buena idea”.
Frente a la insistencia del periodista, que señaló
que 250 millones de dólares desaparecieron y que “alguien hizo dinero”,
la exfuncionaria fue tajante: “¡Exacto! Entonces hay dos posibilidades: o no
es muy inteligente o es algún tipo de corrupto. Vos elegís. Yo no
sé”.
La declaración descolocó incluso al propio
entrevistador: “Creo que puedo hablar por la audiencia cuando digo wow,
es la primera vez en la noche que Diana Mondino dice que Javier Milei es o corrupto
o estúpido”, comentó con tono irónico. Mondino intentó recular, pero ya era
tarde.
A nueve meses de su renuncia, lejos de recomponer
su imagen, Mondino expuso la fragilidad de la defensa política del mileísmo
y encendió una nueva polémica que golpea de lleno en la credibilidad del
oficialismo. Intentó defender al presidente, pero terminó, como tantos otros
exfuncionarios, dejando en evidencia un proyecto cada vez más sostenido por
el absurdo y el desprestigio.