El representante
permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, denunció
este martes que las recientes acciones de Estados Unidos e Israel
contra Irán constituyen un “ataque directo y peligrosísimo” al
régimen internacional de no proliferación nuclear y una violación abierta del
derecho de la República Islámica a utilizar la energía atómica con fines
pacíficos.
Durante una
reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada para
abordar el estado del programa nuclear iraní, Nebenzia sostuvo que dichos
ataques infringieron no sólo la Carta de la ONU, sino también
varias resoluciones del Consejo de Seguridad, la normativa del
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Tratado
de No Proliferación Nuclear (TNP), en especial su artículo 4, que
reconoce el derecho soberano de los Estados a desarrollar tecnología nuclear
pacífica.
“Estas acciones
son una usurpación peligrosa de la autoridad del TNP y un
golpe doloroso al régimen de no proliferación”, advirtió el diplomático ruso.
También calificó los bombardeos sobre Irán como una “agresión no
provocada”, reafirmando la postura de Moscú de condena ante el uso de
la fuerza contra instalaciones nucleares.
En ese marco,
Nebenzia informó que Rusia, China y Pakistán presentaron un
proyecto de resolución actualizado que busca garantizar la sostenibilidad del
alto el fuego en Oriente Medio y frenar la escalada regional.
El funcionario
ruso también exigió al OIEA mayor transparencia y rigor en la
evaluación de los impactos de los ataques sobre instalaciones nucleares
iraníes. “No deben limitarse a formulaciones simplificadas e información
superficial”, señaló.
Además, Nebenzia
apuntó contra Israel, al remarcar que el país no forma parte
del Tratado de No Proliferación Nuclear, pese a que, según sus
palabras, "la adhesión israelí al tratado es del interés de toda la
comunidad internacional".
“Nos sorprendió
que Israel haya pedido participar en una reunión bajo la agenda de no
proliferación. Quisiéramos creer que esto podría ser el preludio a su adhesión
al TNP, algo que el mundo entero espera desde hace décadas”, concluyó.
La sesión del
Consejo reflejó nuevamente las tensiones geopolíticas crecientes en torno al
programa nuclear iraní y el equilibrio de poder en Medio Oriente, en un
contexto global cada vez más desafiante para la diplomacia multilateral.