SAN PABLO.– Una
excursión turística terminó en tragedia este sábado por la mañana cuando un
globo aerostático se incendió en pleno vuelo y cayó con 21 personas a bordo en
Praia Grande, al sur del estado brasileño de Santa Catarina. Ocho pasajeros
murieron y otros 13 resultaron heridos, entre ellos el piloto, según confirmó
el gobernador Jorginho Mello.
El dramático
episodio ocurrió alrededor de las 9.30, cuando según las primeras versiones el
fuego se habría originado en un soplete de repuesto que estaba en la canasta de
la aeronave, de acuerdo con la declaración del piloto, Elvis de Bem Crescêncio,
ante las autoridades.
Imágenes tomadas
por testigos muestran el globo envuelto en llamas en el aire y el momento en
que la canasta se desprende y cae desde varios metros de altura. Algunos
informes, aún sin confirmar, indican que varias personas habrían intentado
saltar para escapar del fuego.
Los heridos fueron
trasladados a hospitales cercanos. El Hospital Nossa Senhora de Fátima informó
que cinco personas ingresaron sin fracturas ni lesiones graves, aunque dos
presentaban quemaduras leves de segundo grado. El resto de los sobrevivientes
sufrió hematomas y manifestaron dolores diversos.
El jefe de la
Policía Civil, Ulisses Gabriel, señaló que tres de las víctimas fueron
encontradas abrazadas. Las causas del siniestro aún se investigan, aunque en
los videos puede observarse que las condiciones meteorológicas eran buenas.
La tragedia
ocurrió durante uno de los tradicionales paseos turísticos en globo,
organizados por la empresa Sobrevoar, que ofrece vuelos de hasta mil
metros de altura sobre los cañones de la región de Aparados da Serra. La
canasta del globo siniestrado tenía capacidad para 24 personas y era la más
grande de la zona, según el sitio G1.
Praia Grande,
apodada la "Capadocia de Brasil" por la similitud con el popular
destino turco, es uno de los principales centros de vuelos en globo del país.
Cada semana se realizan más de 200 vuelos, cifra que en los meses de mayor afluencia
puede llegar a los 900.
La tragedia
conmociona no sólo a Santa Catarina, sino también al turismo de aventura
brasileño, que deberá ahora revisar sus estándares de seguridad ante una de las
peores tragedias aéreas vinculadas al turismo en el país.