La crisis política
golpea de lleno al oficialismo libertario. Santiago Caputo presentó al
presidente Javier Milei encuestas demoledoras que anticipan una derrota
histórica en la provincia de Buenos Aires, con veinte puntos de diferencia
frente al peronismo. Ante ese escenario, Milei terminó aceptando la renuncia de
su amigo José Luis Espert, hasta ahora primer candidato a diputado nacional,
salpicado por acusaciones de vínculos con el narcotraficante Fred Machado.
El paso atrás de Espert se produjo después de semanas
de defensas inconsistentes y de una creciente resistencia dentro de La Libertad
Avanza. Punteros del conurbano se negaron a repartir boletas con su foto,
mientras Karina Milei, Caputo y Sebastián Pareja coincidieron en que era
insostenible su candidatura. "En un noventa y siete por ciento está
caída", había anticipado un funcionario de Casa Rosada.
La decisión abrió una nueva controversia: el gobierno
busca reimprimir las boletas sin la imagen de Espert, pero el costo sería de
catorce mil millones de pesos y la Justicia Electoral ya advirtió que es tarde
para hacerlo. Un dilema que se suma al ajuste de partidas a jubilados y al
hospital Garrahan, y que alimenta las críticas sobre el financiamiento
político.
El reemplazo natural sería Diego Santilli, que por la
ley de paridad podría quedar al frente de la lista, relegando a la libertaria
Karen Reichardt. El desembarco del dirigente del PRO refleja la dependencia del
oficialismo con sus aliados para sostener la campaña. De hecho, Santilli
compartirá su primer acto como cabeza de lista junto a Milei y Guillermo
Montenegro en Mar del Plata.
La caída de Espert deja a La Libertad Avanza sin un
candidato propio al frente de la boleta bonaerense y desnuda, a veinte días de
las elecciones, la fractura interna y el riesgo de un derrumbe político en el
principal distrito del país.
Fuente: La Política Online






