La provincia de
Buenos Aires, corazón político de la Argentina y distrito que concentra casi el
40% del padrón, se convirtió este domingo en el escenario de lo que muchos ya
definen como una derrota estrepitosa para Javier Milei y su fuerza, La Libertad
Avanza (LLA).
Mientras se esperan los primeros datos oficiales —que
recién se difundirán a partir de las 21—, las redes sociales se transformaron
en un verdadero termómetro de la jornada. La palabra que se impone, con fuerza
y sin medias tintas, es “paliza”.
“‘Paliza’, se anima a decirme un importante dirigente
de Fuerza Patria”, publicó en X el periodista Lautaro Maislin de C5N,
reflejando lo que circula entre militantes, dirigentes y usuarios. Los posteos
no tardaron en multiplicarse: “Están hablando de una paliza de más de 8
puntos”; “El boca de urna dice que la LLA perdió por paliza”; “Imaginate si
hubo paliza, que hasta Jony Viale anda diciendo que la diferencia supera los 8
puntos”.
El clima en redes contrasta con el hermetismo del
bunker libertario, donde reina el desconcierto y el silencio frente a un
escenario que, de confirmarse, sería un golpe demoledor. La derrota por amplia
diferencia en Buenos Aires no solo significaría un retroceso legislativo, sino
también el derrumbe político del relato de Milei, que había convertido esta
elección en un plebiscito sobre su gestión.
La expectativa, teñida de euforia en el peronismo y de
pánico en La Libertad Avanza, recuerda a episodios recientes donde la soberbia
oficialista terminó chocando contra la realidad de las urnas. Y esta vez, el
golpe puede ser devastador: un resultado que marque un quiebre histórico en la
provincia que nunca perdona los errores de quienes intentan gobernar con
improvisación.