La Forestadora Tapebicuá, una de las principales
madereras del norte argentino con planta en Gobernador Virasoro, anunció el
cese total de actividades por 30 días y la suspensión de sus 520 operarios, en
medio de una crisis financiera que combina problemas de liquidez y una fuerte
caída en las ventas.
Fuentes gremiales confirmaron que la medida alcanza
a todas las líneas de aserrado y procesamiento de madera, afectando también a
contratistas, transportistas y proveedores, lo que impacta de forma indirecta
en decenas de trabajadores de la cadena.
La empresa, controlada por el grupo Celulosa
Argentina, arrastra deudas millonarias y aún no pagó los sueldos de julio,
agosto ni el medio aguinaldo, generando incertidumbre sobre el futuro de la
planta y de sus empleados, que hoy se manifestaron frente a las instalaciones
en Virasoro.
El conflicto se da en el marco de un Proceso
Preventivo de Crisis (PPC) presentado ante la Secretaría de Trabajo de
Corrientes, y gremios advierten que la paralización podría derivar en
suspensiones por tres meses para la mitad del personal, con el pago de solo el
20% de sus salarios.
En 2023, Tapebicuá ya había cerrado su planta de
San Charbel, en Garruchos, con el despido de 70 trabajadores. Ahora, la firma
atribuye su crisis a la recesión industrial, la baja del consumo interno, la
apertura de importaciones y un tipo de cambio que erosiona la competitividad
exportadora.
El Sindicato de Trabajadores de la Madera (STM)
presentó una demanda judicial por $170 millones por deudas salariales, que
derivó en el embargo de una cuenta bancaria de la compañía.