Un grupo de productores yerbateros
de San Vicente tomó la acción de bloquear este jueves el ingreso de hoja verde
y yerba canchada al secadero de la empresa correntina Las Marías, ubicada en el
municipio misionero de El Alcázar. La medida surge en medio de la continuidad
de protestas que reclaman que las industrias molineras eleven el precio de la
hoja verde a $390 por kilo, cifra muy superior a los menos de $300 que se están
pagando actualmente.
Las Marías y Cooperativa Liebig,
que juntas controlan el 40% del mercado de yerba mate en paquete en Argentina y
en el exterior, se han convertido en protagonistas del escenario yerbatero. La
acción de los productores no es meramente simbólica, sino que supone un ataque
directo al poder histórico de estas grandes compradoras.
La protesta se suma al inicio de la
zafra gruesa, que comenzó este lunes 24 en la mayoría de empresas, secaderos y
cooperativas de Misiones. Las concentraciones se han registrado en zonas
productivas como Andresito, San Pedro y Apóstoles, mientras que pequeños grupos
continúan manifestándose en municipios como San Vicente, Campo Grande y Oberá,
sin llegar a ocasionar cortes de ruta. Para endurecer la medida, este jueves se
decidió ir al secadero de Las Marías, y ya se proyecta una nueva movilización
en San Pedro mañana 28.
La creación de la Mesa Yerbatera
por el ministro del Agro, Facundo López Sartori, ha sido clave para desactivar
protestas previas, las cuales llegaron a bloquear puestos de control en las
rutas N°14 y N°1, y permitió alcanzar acuerdos para que los molinos paguen por
encima de $300. Sin embargo, a pesar de algunas mejoras –como el molino Don
Omar en Andresito, que ya ofreció 301 pesos con proyección a $330, y la
cooperativa en San Pedro que inicia en 305– los productores consideran que
estos valores están lejos del objetivo que se han propuesto.
En la zona sur de Misiones, la
empresa Cordeiro anunciará el pago de 300 pesos, mientras que La Cachuera y
Rosamonte se mantienen en torno a los 290 pesos por kilo, en contraste con la
postura oficial provincial que fija el valor en 50 centavos de dólar.
La tensión se mantiene mientras los
productores continúan su lucha por un precio justo, poniendo en tela de juicio
la estructura del mercado yerbatero y el papel de las grandes compradoras
históricas.