En el marco de la investigación judicial por el
polémico ingreso al país de diez valijas sin control aduanero, Juan Pablo
Pinto, uno de los pilotos del avión privado propiedad del empresario Leonardo
Scatturice, se presentó de manera voluntaria ante la Justicia para aclarar su
participación en el vuelo y declarar que parte del equipaje era de su
propiedad.
Pinto explicó que entre los bultos trasladados se
encontraban su valija de vuelo, un carry on con calzado, una impresora en su
caja, un inflable dentro de una bolsa, una mochila con ruedas para su hijo, una
valija con ropa y una guitarra. El piloto aseguró que este equipaje corresponde
exclusivamente a él y aportó fotografías y recibos de compra para respaldar su
declaración.
El vuelo, que partió el 26 de febrero desde Miami
hacia Aeroparque, tenía como única pasajera a Laura Belén Arrieta, empleada de
Scatturice, y como tripulación a Pinto y al comandante José Luis Donato
Bresciano. Pinto relató que al aterrizar fueron sometidos a controles de la
Aduana y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), y que en ese momento se
informó a los agentes que dos valijas de Arrieta y de otro empleado, Víctor Du
Plooy, quedarían en el avión para un posterior traslado a París.
El piloto remarcó que la guitarra que transportaba
pertenecía a Du Plooy, quien le había pedido el favor de traerla para evitar
daños en un vuelo comercial. Asimismo, presentó recibos de Amazon de los
objetos que compró como regalos para su hijo.
“Con lo expuesto, entiendo aclarada la cuestión del
equipaje y de quién corresponde cada pieza”, afirmó Pinto en su declaración,
buscando despejar las sospechas en torno a la cantidad y el contenido de las
valijas.
El caso tomó estado público cuando el periodista
Carlos Pagni denunció presuntas irregularidades en el control aduanero del
vuelo, sugiriendo que una “orden de arriba” permitió el ingreso sin revisión de
las valijas. El Gobierno, a través del vocero presidencial Manuel Adorni, negó
haber intervenido y aseguró que todos los controles se realizaron según el
protocolo.
La investigación sigue adelante bajo la órbita del
Juzgado en lo Penal Económico, a cargo de Pablo Yadarola, con intervención de
los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez. Por su parte, el presidente
Javier Milei se despegó del escándalo al afirmar que no conoce personalmente a
Laura Arrieta ni mantiene vínculos con Leonardo Scatturice, actual dueño de la
aerolínea Flybondi.