El presidente de
Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene previsto visitar a Cristina Fernández
de Kirchner durante su estadía en Buenos Aires para participar de la próxima
cumbre del Mercosur, que se celebrará los días 2 y 3 de julio. Así lo confirmó
Paulo Pimenta, ex vocero presidencial y actual diputado cercano al líder
brasileño, en una entrevista con el canal Eva TV.
“Lula vendrá a
Buenos Aires para encontrarse con Cristina. Hablé con él ayer, cuando estaba en
Canadá en la cumbre del G7, y me confirmó su intención de verla”, expresó
Pimenta. El dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) aseguró que están
gestionando la autorización correspondiente con el Poder Judicial argentino, ya
que la expresidenta se encuentra bajo arresto domiciliario en su departamento
del barrio porteño de Constitución.
La eventual visita
de Lula constituye un gesto simbólico de gran peso, especialmente por el
contexto judicial y político que atraviesa Cristina Kirchner tras la
ratificación de su condena por parte de la Corte Suprema. De concretarse, sería
el primer jefe de Estado en visitarla desde que cumple prisión domiciliaria.
El movimiento
también representa una superación de tensiones pasadas entre ambos líderes,
especialmente las surgidas durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando la
exmandataria evitó un encuentro con Lula en la cumbre de la Celac en 2023, lo
que generó cierto malestar en el entorno del brasileño.
Además, el gesto
llega en medio de una campaña internacional impulsada por el Partido Justicialista
para conformar un Comité por la Liberación de Cristina Fernández de Kirchner,
que busca sumar el respaldo de fuerzas progresistas de América Latina y Europa,
como el PT en Brasil y Morena en México.
Este acercamiento
podría abrir un nuevo frente en la ya deteriorada relación entre Lula y el
presidente argentino Javier Milei. El mandatario libertario mantiene una fuerte
afinidad con Jair Bolsonaro y ha evitado pronunciarse sobre los bolsonaristas
prófugos refugiados en Argentina, a quienes la justicia brasileña reclama por
su participación en el intento de golpe de Estado en Brasilia.
Mientras tanto,
Milei deberá entregar a Lula la presidencia pro témpore del Mercosur durante la
cumbre de julio, un acto protocolar que, en el actual clima diplomático, no
estará exento de tensión.