Un fuerte sismo de magnitud 7,7
golpeó Birmania este viernes, y sus efectos se sintieron también en China y
Tailandia, donde las autoridades han decretado el estado de emergencia debido a
los graves daños. El epicentro del terremoto se localizó a 16 kilómetros de la
ciudad de Sagaing, en Birmania, a una profundidad de 10 kilómetros.
El temblor fue seguido por una
réplica de magnitud 6,4, que generó aún más caos en la región. En Tailandia, el
terremoto causó el colapso de un rascacielos en construcción en Bangkok,
dejando al menos 43 obreros atrapados entre escombros. Las autoridades
tailandesas, además, informaron de posibles cientos de heridos, aunque los
números aún están siendo confirmados.
En Birmania, el impacto fue
igualmente devastador, con carreteras destruidas y edificios dañados en la
capital, Naipyidó. La junta militar del país declaró el estado de emergencia en
seis regiones y el sistema de salud está desbordado con un gran número de
víctimas. La situación es especialmente grave debido a la inestabilidad
política que vive el país, lo que dificulta las labores de rescate y atención
médica.
El sismo también se sintió en la
provincia china de Yunnan, donde los temblores alcanzaron una magnitud de 7,9.
La región, propensa a terremotos debido a la actividad sísmica en la falla de
Sagaing, enfrenta desafíos adicionales debido a sus infraestructuras precarias
y la falta de preparación ante desastres naturales.