Un turista de 54 años, identificado
como Jorge Alex Duarte, oriundo de Rio Grande do Sul, falleció mientras subía
las escalinatas del Cristo Redentor, en la zona sur de Río de Janeiro, Brasil.
Las cámaras de seguridad instaladas en la zona registraron el instante en que
el hombre se apoyó en la baranda y cayó al suelo. A pesar de que su nuera,
enfermera de profesión, reaccionó de forma inmediata aplicando maniobras de
reanimación cardiopulmonar (RCP), Duarte fue declarado sin vida en el lugar,
según informó el medio brasileño O Globo.
El trágico suceso se produjo el
domingo pasado, cerca de las 7:30 de la mañana, lo que obligó a cerrar
temporalmente la atracción turística hasta el martes por la mañana para la
realización de peritajes correspondientes.
Investigación y llamado a esclarecer responsabilidades
El organismo de Defensa al
Consumidor (Decon) ha abierto una causa para determinar las circunstancias que
rodearon la muerte del turista, en especial por la ausencia de asistencia
médica en el lugar en el momento del accidente. Ocho representantes de tres
empresas –Trem do Corcovado, Paineiras-Corcovado y Dedica Saúde– han sido citados
para declarar este viernes, con el objetivo de averiguar si se incurrió en
omisión de auxilio, lo que podría implicar responsabilidades legales.
Cambios en la operativa del monumento
El incidente ha llevado a una
revisión inmediata de la rutina en el Cristo Redentor, ubicado en el Parque
Nacional Tijuca, un área de preservación ambiental a 710 metros sobre el nivel
del mar, a la que se accede tras subir 220 escalones. Con el fin de evitar
futuros casos, se ha anunciado que a partir de ahora se contará con ambulancias
disponibles durante todo el día, puestos médicos en la zona y personal
capacitado en técnicas de reanimación cardiopulmonar. El Instituto Nacional de
Cardiología (INC) impartirá el curso "Las manos salvan vidas" este
miércoles, con el objetivo de reforzar la respuesta ante emergencias.
Disputa en la administración del punto turístico
El Instituto Chico Mendes de
Conservación y Biodiversidad (ICM-Bio), encargado de administrar el Parque
Nacional da Tijuca, ha señalado que la concesionaria Trem do Corcovado,
responsable de los accesos ferroviarios al monumento, debería haber mantenido
la estación en condiciones óptimas, aunque la empresa asegura que la
responsabilidad corresponde a una agencia federal. Este desencuentro se produce
en medio de una disputa por el control del punto turístico, actualmente objeto
de dos proyectos de ley en trámite en el Congreso Nacional, que enfrentan a
ICM-Bio y a la Arquidiócesis de Río de Janeiro.