Con las elecciones legislativas de octubre en el
horizonte, el escenario político argentino presenta un dato revelador: la
indecisión supera a la mayoría de los espacios de oposición y se consolida
como el principal desafío electoral para el oficialismo de Javier Milei.
Según la "Brújula Social"
elaborada por la consultora Pulso, si las elecciones fueran hoy, La
Libertad Avanza obtendría el 30,8% de los votos. Sin embargo, un 26% de
los encuestados asegura no tener definido su voto, lo que deja a la
“indecisión” en el segundo lugar del ranking y obliga a los partidos a revisar
su estrategia de campaña para seducir a ese electorado flotante.
Por debajo de este núcleo indeciso, el estudio
ubica al peronismo kirchnerista con un 21,2%, y mucho más atrás al Peronismo
Federal con 5,4%, al PRO con apenas 3,9% y a la izquierda con
3,7%. Estos datos revelan una fragmentación del arco opositor tradicional
y una marcada apatía política.
En cuanto a los liderazgos, Cristina Fernández
de Kirchner se mantiene como la figura opositora más reconocida, con el
32,5% de las menciones, seguida de lejos por Axel Kicillof. Sin embargo,
el dato más contundente es que el 43% de los encuestados cree que Milei no
tiene un rival político real en el actual escenario, lo que refuerza la
concentración del poder discursivo en la figura presidencial.
La consultora también señala el colapso del
escenario “de tercios” que se instaló en las elecciones presidenciales de 2023.
Hoy, el eje de la competencia parece girar únicamente en torno al
oficialismo y su capacidad para retener el voto frente a la desilusión, el
desgaste y la falta de alternativas claras.
Con este panorama, las próximas semanas serán clave
para la definición de candidaturas, alianzas y mensajes de campaña. La gran
incógnita será si la oposición logra capitalizar el descontento latente o si
Milei vuelve a imponerse frente a una sociedad políticamente dispersa.