En una extensa
audiencia desarrollada en los tribunales de Paso de los Libres, se realizaron
este miércoles los alegatos finales en el juicio que investiga el robo de 126
animales vacunos en el establecimiento rural “La Monona”, ocurrido en diciembre
de 2021. Los acusados, Elías Ruíz y Willian Brown, enfrentan cargos por
abigeato doblemente agravado, en calidad de coautores materiales.
El fiscal de
juicio, Facundo Sotelo, afirmó que la “materialidad del hecho y la coautoría de
los imputados están plenamente acreditadas” y solicitó al tribunal una pena de
cinco años de arresto domiciliario, junto al uso de tobillera electrónica.
Además, advirtió que en este tipo de delitos “actuaron en connivencia con
funcionarios públicos”, por lo que anticipó la apertura de una investigación
paralela.
Ruíz, exencargado
del campo, declaró antes de los alegatos y se desligó de las acusaciones,
apuntando contra Brown, a quien describió como el responsable de las decisiones
sobre el ganado. Su defensa solicitó la nulidad de la prueba clave del
expediente, argumentando falta de precisión sobre los hechos imputados. También
remarcaron que, en ese período, Ruíz atravesaba una situación familiar crítica
que lo alejaba de la actividad en el campo.
Por su parte, la
defensa de Willian Brown, veterinario de la estancia, negó cualquier
vinculación con el delito. Argumentaron que su presencia en “La Monona” fue
únicamente profesional y que no existe prueba alguna que lo relacione con la
supuesta comercialización o traslado de los animales robados. “La acusación no
describe una conducta concreta de Brown que permita atribuirle un delito”,
señaló su abogado defensor.
El tribunal,
presidido por el juez Marcelo Fleitas, pasó a un cuarto intermedio hasta este
jueves 19 de junio a las 8:00, cuando se escucharán las réplicas de las partes
y se dará a conocer el veredicto.
Los hechos
investigados señalan que el 21 de diciembre de 2021, los acusados habrían
sustraído 126 animales vacunos pertenecientes a diversos propietarios, entre
ellos Pedro Gassiebayle y Gerardo Zugasti. La maniobra fue descubierta cuando
un encargado rural advirtió movimientos sospechosos y alertó a la policía, que
halló los animales en los corrales de “La Monona”.