El pasado lunes 16
de junio, una ambulancia del hospital provincial de Perugorría fue fotografiada
en una estación de servicio de la localidad de Santa Lucía cargando varios
tachos y bidones de combustible. Lo insólito del caso es que esos recipientes
fueron colocados dentro del habitáculo destinado al traslado de pacientes, lo
que generó una ola de críticas y preocupación entre vecinos y referentes de la
comunidad.
El medio diariocorrientes.org
calificó el episodio como “escandaloso” y difundió las imágenes, donde se
observa claramente cómo el móvil sanitario es utilizado para transportar
combustible. “Una ambulancia es para salvar vidas, no para llevar nafta. Esto
es una bomba rodante y un insulto a la salud pública”, expresó un vecino,
reflejando el malestar general.
La situación pone
en evidencia no solo una irregularidad peligrosa en términos de seguridad —al
manipular combustibles en un vehículo inadecuado y sin medidas de protección—,
sino también la profunda precariedad que atraviesa el sistema de salud en zonas
del interior provincial.
Desde distintos
sectores señalan que este tipo de usos no convencionales de móviles sanitarios
no sería un caso aislado. “La imagen de una ambulancia usada como camión
cisterna es una síntesis del abandono y recorte que sufre la salud pública en
pueblos como Perugorría”, sostiene la nota, haciendo foco en la escasez de
recursos, el deterioro de los vehículos y la sobrecarga del personal médico.
Se espera que las
autoridades provinciales investiguen el hecho y tomen medidas urgentes para
evitar que este tipo de prácticas, peligrosas y fuera de norma, se repitan. La
comunidad exige respuestas y soluciones concretas que prioricen la salud y la
seguridad de los ciudadanos.