Un hecho que refleja una problemática creciente en
el interior correntino volvió a quedar en evidencia este fin de semana en La
Cruz, donde vecinos tomaron la decisión de reparar por cuenta propia caminos
rurales que aseguran llevar meses sin mantenimiento municipal. Con escombros,
palas, voluntad comunitaria y una camioneta, se organizó una jornada de mejoras
improvisadas que rápidamente se volvió tema central en la localidad.
La iniciativa surgió tras una publicación en redes
sociales del vecino José Alegre, reconocido por su participación comunitaria,
quien expresó su malestar por el estado de las calles y la falta de respuestas
oficiales. “Ya que estamos a la deriva en nuestro pueblo, las calles en muy mal
estado en toda la localidad, imagínese las calles de las chacras”, señaló junto
a fotos del camino y de los trabajos realizados. La publicación se viralizó y
generó un amplio eco entre los habitantes.
Alegre relató que consiguió escombros por su cuenta
para cubrir los sectores más afectados y que, aprovechando una pausa en las
lluvias, comenzó a trasladarlos con su camioneta para rellenar las huellas más
profundas. “Esperamos el camión para acarrear, y nunca apareció. Nunca vi mi
pueblo tan abandonado”, lamentó. Tras el mensaje, decenas de vecinos se sumaron
con comentarios similares, señalando que la situación se repite desde hace
meses sin soluciones concretas.
Los reclamos no se centran solo en caminos rurales.
Según los testimonios, también existen baches profundos y falta de nivelación
en zonas urbanas, drenajes colapsados y accesos a chacras prácticamente
intransitables. Para quienes trabajan en la producción o deben movilizarse
diariamente, circular se vuelve un desafío constante cada vez que llueve.
Ante ese panorama, la organización vecinal se
transformó en la salida más rápida. Algunos aportaron combustibles, otros
herramientas y varios pusieron sus vehículos al servicio de una tarea que,
señalan, debería estar a cargo de las autoridades municipales. El objetivo fue
intervenir en los tramos con mayor deterioro para permitir el tránsito con algo
más de comodidad hasta tanto llegue una respuesta formal.
Lo ocurrido en La Cruz no es un caso aislado: en
distintas localidades del interior provincial se multiplican las escenas de vecinos
tapando baches con tierra, arreglando desagües o reacondicionando calles
intransitables tras las lluvias. Son esfuerzos comunitarios que surgen ante la
falta de atención estatal y que, cada vez más, quedan expuestos públicamente a
través de las redes sociales.
La publicación de Alegre reactivó el debate sobre
la responsabilidad del Municipio en el mantenimiento de la infraestructura
básica y sobre el riesgo de normalizar la autogestión vecinal como respuesta
permanente. Por ahora, la comunidad espera una intervención oficial que permita
garantizar condiciones mínimas de circulación.








