La Argentina
futbolera, que en torno a su Selección dejó de lado las grietas, vive horas de
expectativa y nostalgia. Lionel Messi podría disputar este jueves en el Monumental,
frente a Venezuela, su último partido de Eliminatorias en suelo argentino. Una
instancia que obliga a los hinchas a enfrentarse con una idea dolorosa: la
despedida de su máximo héroe.
El investigador inglés Mustafa Suleyman habla de
“aversión al pesimismo”, una reacción que rechaza lo inevitable aun cuando la
razón lo acepta. Ese estado parece invadir a millones de fanáticos que, lejos
de resignarse, prefieren disfrutar cada gambeta, cada pase y cada gol de Messi
como si fuera el último.
El propio Lionel Scaloni pidió a los hinchas que lo
vivan de esa manera: celebrando, aplaudiendo y gritando su apellido como
mantra. Los recuerdos de 20 años de hazañas, goles inolvidables y momentos
icónicos –desde las Eliminatorias de 2005 hasta los tres tantos en Quito en
2017– vuelven a la memoria colectiva en la antesala de este partido.
Con 71 partidos jugados y a punto de igualar a Iván
Hurtado como el futbolista con más presencias en clasificatorias, Messi pisa el
césped del Monumental convertido en bicampeón de América, campeón del mundo y
símbolo eterno. La certeza de que algún día dirá adiós está ahí, latente. Pero
no es hoy. Hoy es tiempo de disfrutarlo, como
Dios manda.